Republic of the Philippines
SUPREME COURT
Manila

EN BANC

G.R. No. L-2125             January 12, 1952

LE PUEBLO DE FILIPINAS, querellante-apelado,
vs.
PATRICIO CABELLON, acusado-apelante.

D. Agripino S. Viloria en representacion del apelante.
El Procurador General Auxiliar Sr. Inocencio Rosal yel Procurador Sr. Martiniano P. Vivo en representacion delapelado.

PABLO, J.:

Patricio Cabellon apela contra la decision de una divisiondel Tribunal del Pueblo que le impuso la pena de doce años y un dia de reclusion temporal, multa de P2,000 y costas.

En 4 de Agosto de 1944, a eso de las once de la noche, el acusado con algunos espias filipinos y soldados japoneses, todos armados, fueron a la casa de jesus Tablada en la Calle de A. Lopez, del distrito de Labangon, de la ciudadde Cebu, y le despertaron a destiempo. El acusado leordeno a jesus que bajase de la casa, y apenas hubollegado abajo, Cabellon le pregunto sobre el paradero deciertos guerrilleros y, cuando contesto que no tenia conocimientode ellos, el acusado le agarro por la mano y leentrego a otro espia llamado Mesio Tenebro, quien lecondujo, con las manos atadas por detras, a la casa deBernardina Manlusa que esta a unos treinta pies de distancia. Tenebro le dio de punetazos porque no podia darcuenta del paradero del guerrillero Pino.

Un espia y un soldado japones subieron a la casa de Bernardina, encontrando a ella, su hija y una criada. Elacusado y otros estaban de guardia alrededor de la casa. Porque no se abria inmediatamente la puerta, uno de losque subieron dio bayonetazos contra la puerta. Cuandoel soldado japones y el espia, armados con rifle y bayonetacalada, consiguieron entrar en la casa, preguntaron a ellapor su esposo, David Ascalon, y sus companeros guerrilleros. Como no daba contestacion satisfactoria, la maltrataron; rasgaron su vestido hasta dejarla desnuda; la pusierondelante de un espejo; el japones quiso violarla, pero ellase opuso y en la lucha consiguio apoderarse del revolverdel japones; pronto este se posesiono del revolver y laamenazo con matarla si no revelaba el paradero de suesposo. El espia filipino, asiendola por el cabello, la levantodel suelo donde habia caido por los maltratos y laato a un poste. El japones con un papel encendido quemola parte privada de Bernardina. Despues de maltratarla, la condujeron abajo con la intencion de enviarla al cuarteldel Kempeitai; pero, por intercesion de un tal Nene Placebe, la dejaron subir a su casa para vestirse. Despues quehubo bajado, ya vestida, la ataron la manos por detras. El acusado y otros espias filipinos y dos soldados japoneses subieron a la casa y destruyeron el zaquizame de la casa enbusca de David, pero no le encontraron porque estabaausente. Entonces se apoderaron de 3 gargantillas avaluadasen P45, P25 y P55, respectivamente, un reloj depulsera que vale P65, papel moneda de la Tesoreria Insularen la cantidad de P160 y billetes de emergencia porvalor de P2,000, un anillo avaluado en P85 y ropas quevalian P100. Mientras estaba Bernardina con las manosatadas en los bajos de la casa y el acusado y otros seapoderaban de todo cuanto querian, algunos violaron a lacriada.

El acusado y los demas espias llevaban pantalones de"maong" y con gorra de soldado japones, todos armados derifle. Maltrataron a Bernardina de aquella manera porquesu esposo David Ascalon, aunque no era guerrillero activo,era el que reparaba los zapatos de los guerrilleros y lesproporcionaba alimento por conducto del teniente AlbertoFernandez. Testificaron sobre este hecho la misma ofendida,Bernardina, Epifania Manlusa, hermana de aquella,que vivia en la casa que esta a dos brazas de la de Bernardina, y Jesus Tablada que estaba atado en el atrio de lacasa de Bernardina, mientras el acusado y sus companerosrealizaban los desaguisados ya narrados. Dejaron la casade Bernardina a eso de las cuatro de la madrugada einmediatamente fueron a la casa de Epifania, hermanade Bernardina, preguntando por el paradero de su padrey hermanos. Como no daba contestacion satisfactoria, laacusaron a ella misma de ser espia de las guerrillas y laarrestaron. Atandola las manos por detras, la hicieron llamara los dueños de las tres casas (incluyendo la de CarlosTaboada) que el acusado y sus compañeros querian requisar. Por unas dos horas estuvo desempenando ese tristepapel. En la casa de Carlos Taboada el acusado y sus companerosle ordenaron que bajase; le preguntaron si era unguerrillero y, como contestara que no, el acusado le ato lasmanos por detras y le maltrato a punetazos hasta dejarledesplomado en el suelo. Al recobrar Carlos su sentido,ya no estaba el acusado; le vigilaba otro espia. CarlosTaboada vio a Bernardina y Epifaniaa Manlusa con lasmanos atadas. Carlos, tambien con las manos atadas, fue conducido al Pier No. 2, en donde fue interrogadopor un tal Yoshida y, por una informacion del acusado durantela investigacion, fue maltratado. Por medio del "watercure", Yoshida queria obligarle a revelar el lugar dondeescondio su arma y donde vivian los guerrilleros. Nopudiendo ya sostener tantos maltratos, prometio senalar lacasa de los guerrilleros. En la tarde de aquel mismodia, 5 de Agosto, el acusado con seis soldados japonesesy varios espias filipinos, todos armados, fueron a la calleCalamba en donde estaba la casa de un guerrillero. Elacusado y sus companeros rodearon la casa cuyos duenosestaban entonces ausentes. En la requisa el acusado encontroun papel y mientras lo leia, Carlos Taboada se escapo.

Como defensa, el acusado declaro que nunca ha trabajadoen favor de los japoneses ni ha sido nunca espia delos mismos. Antes de la invasion era miembro de laconstabularia y durante la ocupacion japonesa era unsargento de los guerrilleros, actuando como guardaespaldadel coronel Fenton y cuando fue a la ciudad de Cebu en 25 de julio de 1944, recibio un tiro de un japones y fuellevado al hospital y alli estuvo por tres dias. Su madrele saco de dicha institucion para llevarle a su casa y enesta estuvo en cama hasta que llegaron los americanos, yen su misma casa fue arrestado por el capitan McGuillicudypara ser llevado a la oficina del CIC y despues a la carcelprovincial.

Tres testigos declararon que el acusado era guerrillerodesde septiembre de 1942 hasta diciembre de 1943. Estasdeclaraciones, sin embargo, no son incompatibles con laspruebas de la acusacion. Se refieren a un periodo de tiempoanterior. El acusado, aunque fue guerrillero como reclama,cambio de opinion, sin embargo, en los ultimos dias dela ocupacion japonesa: abandono la causa de sus companerosy se alio a las hordas japonesas sirviendo a ellascomo espia. Habra creido la cantinela de que ya novolverian los americanos. A tanto llego su adhesion, queel mismo arresto y maltrato a Epifania, Jesus Tablada y Carlos Taboada. No tomo parte en el maltrato de Bernardinaporque el estaba en los alrededores de la casa comoguardia; pero es tan responsable de los maltratos y delrobo como sus demas companeros, porque mientras maltratabana Bernardina en los altos el desempenaba supapel de guardia con intencion tal vez de matar al que seescapara de la casa; pero en cuanto Bernardina tuvo yaatadas las manos en el atrio de la casa, el acusado subiocon algunos companeros espias, y todos, soldados japonesesy espias encabezados por el acusado, se apoderaron de losefectos ya enumerados.

El acusado señala como error del Tribunal del Puebloel no haberle dado oportunidad de presentar a los testigosCrispin Ramos y Medardo Obena, quienes hubieran declaradoque el (el acusado) estaba guardando cama en sucasa desde el 25 de julio de 1944 hasta la llegada de losamericanos y que nunca habia estado bajo el servicio delas fuerzas japonesas.

El expediente demuestra que la vista de la causa sepospuso varias veces; una vez a peticion de la defensa yotra por no haber comparecido su abogado. En la vistadel 11 de diciembre de 1947, habiendo la acusacion terminadode presentar sus pruebas, el Sr. Lomuntad, abogadodel acusado, pidio la posposicion de la vista para el dia23 y anuncio que presentaria otros testigos, Frank Cianoy Medardo Obeña — y no Crispin Ramos y Medardo Obena.Se expidio la subpoena correspondiente; Ciano fue notificadoy Obena no fue hallado en la direccion dada por el defensor. El 23 de diciembre declararon Pedro V. Canin y FrankCiano. Despues de declarar este ultimo, la defensa diopor sometida la causa sin presentar memorandum.

No es verdad, por tanto, lo que se afirma en la alegatodel acusado que no le han dado oportunidad de defenderse.

No tienen importancia el argumento del acusado de quese le confundio con los cuatro espias Patricio Romales, Patricio Escanilla, Patricio Solon y Patricio Caballes, todoscon el apodo de Pat. Los testigos de la acusacion identificaronal acusado durante la vista no por su apodo sinopor su persona: le senalaron con sus dedos. Su identificaciones completa.

Tampoco tiene importancia la manera como fue arrestadoel acusado. El Tribunal del Pueblo tuvo en cuentalas pruebas presentadas durante la vista y no la conductadel capitan del ejercito americano que le detuvo, ni delos denunciantes que intervinieron en su arresto.

El Tribunal del Pueblo, compuesto por los Honorables Jueces Fortunato V. Borromeo, Florentino Saguin y VicenteValera, han tenido oportunidad de observar la manera dedeclarar de todos los testigos, y creyeron las pruebas dela acusacion, desatendiendo las de la defensa. No hemosencontrado ningun detalle que justifique la alteracion delas conclusiones de hechos de dicho Tribunal. Tampoco hemosencontrado ninguna circunstancia atenuante en favordel acusado para justificar la imposicion de la pena en sugrado minimo. Debe imponersele en su grado medio, quees la de reclusion perpetua, confirmandose la sentenciaen todo lo demas.

Dictese sentencia a tenor de lo resuelto, con costas.

Paras, Pres., Bengzon, Padilla, Tuason, Montemayor, Reyes y Jugo, MM., estan conformes.


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