Republic of the Philippines
SUPREME COURT
Manila

EN BANC

G.R. No. L-3781             March 19, 1951

TOPANDAS VERHOMAL, como administrador de los bienes del difunto Gurinomal Thawardas, llamado tambien Cuna T. Lalawani, recurrente,
vs.
BIENVENIDO A. TAN, como Juez del Juzgado de Primera Instancia de Rizal, Sala City, y ANTONIO G. AZAOLA, recurridos.

Sres. Ezpeleta, Erfe, Ezpeleta y Teodoro G. Landas en representacion del recurrente.
D. Francisco Lavides en representacion de los recurridos.

PABLO, J.:

En la causa civil No. 25 del Juzgado de Primera Instacia de Manila, titulada Antonio G. Azaola, demandante, contra Guna Lalwani, V. Lilaram & Company y Gacilago & Company, se dicto sentencia en 19 de julio de 1949, cuya parte dispositiva es la siguiente:

Wherefore, judgment is hereby rendered. —

1. Dismissing plaintiff's complaint against V. Lilarama & Co.;

2. Declaring that plaintiff is entitled to receive from defendant Gacilago & Co. whisky, rum and/or gin manufactured by the said Gacilago & Co. in 350 cc and 650 cc bottle and at the prices of P4.80 and P11.50 respectively per bottle, as may be sufficient to cover the amount of P10,000;

3. Ordering plaintiff to take delivery from defendants Gacilago & Co. of said merchandise within 30 days from the date judgment herein becomes final; and declaring that in the event of failure of plaintiff so to do, defendants Gacilago & Co. and Guna Lalawani may pray that a writ of execution issues directing that the whisky, rum and/or gin in the quantity contracted in Exhibit A or so much thereof as they may have in their possession, be sold at public auction by the sheriff, and the net proceeds of the sale turned over to plaintiff; and

4. Declaring, finally, that after deducting the contract value of the said whisky, rum and/or gin delivered or sold as hereinbefore provided from the sum of P10,000 set forth in Exhibit A, plaintiff may procure a writ of execution against defendants Gacilago & Co. and Guna Lalwani said defendants to pay plaintiff jointly and severally for the corresponding balance.

Gun Lalwani, uno de los demandados, fallecio en 16 de junio de 1949 y en 25 de julio. topandas Verhomal, el hoy recurrente, a peticion suya, ha sido nombrado administradoren la actuacion especial No. 965 del Juzgado de Primera Instancia de Rizal, Intestado de los bienes del finado Guna Lalwani, y asumio el cargo previa prestacionde la fianza correspondiente.

En 19 de julio de 1949, el Juzgado de Primera Instancia de Manila, en la causa No. 25, ordeno la expedicion de la orden de ejecucion de la sentencia deictada.

En 31 de octubre de 1949, Antonio G. Azaola presentosu reclmacion de P10,000 en el Intestado de los bienes del finado Guna Lalwani, actuacion especial No. 965, fundada en la orden de ejecucion expedida en la causa civil No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila.

En 16 de diciembre de 1949, el recurrido, Honorable Juez Bienvenido A. Tan, dicto en el Abintestato de Guna Lalwaniuna orden del tenor siguiente:

It has been proven during the hearing of this case by the testimony of Antonio G. Azoala and Exhibits A and B that said Antonio G. Azaola has a claim against the deceased Guma T. Lalwani in the amount of P10,000 by virtue of a final judgment in civil case No. 25 in the Court of First Instance of Manila. Said judgment not having been executed up to this time for the reason stated by said witness Antonio G. Azaola, said claim being satisfactorily proven, the same is admitted.

En 9 de Marzo de 1950, Antonio G. Azaola presento una peticion ex-parte pidiendo que el administrador del Intestadode Guna Lalwani sea ordenado a verificar el pago de la cantidad de P10,000, y el Honorable Juez Tan concediola peticion al siguiente dia, 10 de marzo.

En 16 de marzo de 1950, el administrador del Abintestato de Guna Lalwani presento una mocion en la causa No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila, pidiendoque se ordenase al sheriff de Manila que recibiera el licormencionado en la decision; que lo vendiese en publica subasta y que su producto lo entregase a Azaola en satisfaccion del importe de la sentencia.

En 18 de marzo de 1950, el Honorable Juez Conrado V. Sanchez de dicho juzgado dicto la siguiente orden:

Information having been given to the court by counsel for the parties that Guna Lalwani is now dead and that proceedings for the administration of his estate were started in Pasay, Rizal, and considering further that plaintiff in this case has filed a claim in that intestate proceedings, and that in view of the motion for reconsideration filed on behalf of the estate of Guna Lalwani the proceedings in reference to that claim are still pending final determination by the Pasay Court.

Action on the motion of Gacilago & Co. and Guna Lalwani praying inter alia that the Sheriff of the City of Manila sell the wine, the subject of this suit, is held in abeyance until further advice from anyone of the parties.

This order is dictated in open court in the presence of Attorneys Erfe and Lavides and the Sheriff of the City of Manila.

En 20 de marzo de 1950, el recurrente como administrador presento en el Intestado de Guna Lalwani una mocion pidiendo la suspension del pago a Azaola hasta que se hubiese dado cumplimiento a la orden de ejecucion expedida en la causa No. 25 del Juzgado de Primer Instancia de Manila. A esta mocion Azaola presento su contestacion en 24 de marzo de 1950, y el Honorable Juez recurrido, en 28 de marzo de 1950, denego la mocion con la siguiente orden:

The Administrator, thru counsel, has filed two motions dated March 16, and March 20, 1950, respectively, asking that the order of this court dated March 10, 1950, directing him to pay the claimant Antonio G. Azaola the sum of P10,000 be set aside and that no action be taken on the claim of Azaola until after the Court of First Instance of Manila, Civil Case No. 25, Antonio G. Azaola, plaintiff, vs. Guna Lalwani et al., defendants, shall have passed upon his motion therein for an alias execution with a view to selling at public auction certain quantities of wine, the proceeds of which are to be applied on account of the claim of Azaola. This court, acting as a probate court, can see no valid reason why it should hold in abeyance all actions on the claim of Azaola. An Estate Proceedings must be settled as soon as possible, and its final settlement should not be made to depend upon the action to be taken by any other court of first instance.

The claim of Azaola was filed in these Estate Proceedings in proper form pursuant to Rule 87, sec. 6 and was admitted by this court in an order rendered on December 16, 1949. Counsel for the Administrator was notified of that order on December 23, 1949. No move has been taken by the Administrator against said order, which has now become final and executory. (Rule 165, sec. 1, par. c).

Wherefore, the two motions of the Administrator are hereby denied; and the Administrator is hereby directed to pay Azaola or his counsel, the sum of P10,000.

En 2 abril de 1950 el recurrente presento su mocion dere consideration; en 10 del mismo mes Azaola presentouna mocion, podoendo que el administrador fuese castigadopor desacato por no haber cumplido la orden de pago. Elrecurrente presento su contestacion a esta peticion y en 15 de abril el juez recurrido denego la mocion de reconsideraciondel recurrente y le ordeno que compareciera el 19 de abril para exponer sus razones por que no deberia ser catigado por desacato por no haber cumplido la ordende pago de la reclamacion de Azaola.

El recurrente continede que el juez recurrido abuso de si discrecion (a) al denegar sus peticiones del 20 de marzo(mocion pidiendo suspension del pago) y 2 de abril (mocionde reconsideracion); y (b) al ordenar su comparecencia ante dicho juez para responder de la acusacion por desacato.

El recurrente arguye que la decision dictada en la causa No. 25 del Juzgado de Primera Instancia de Manila debio de haber sido ejecutada y con su ejecucion la obligaciondel finado Lalwani se hubiera extinguido.

Solamente pueden venderse los bienes de un difunto para satisfacer el importe de una sentencia si fallece despuesque la ejecucion se haya llevado a cabo mediante embargode sus bienes. (Regla 39, articulo 7, par. [c], nueva disposicion del Reglamento que no aparece en el Codigo de Procedimiento Civil.) Pero en el caso presente, esta disposicionno es aplicable porque Guna Lalwani fallecio, no despues de expedida la orden de ejecucion, sino antes de dictarse la sentencia.

Es doctrina constantemente establecida la de que los bienes en custodia legis no pueden ser objeto de ejecucionen defecto de autorizacion legal, y no hay ninguna ley queautorice el embargo de los bienes de un difunto que se hallanbajo administracion.

El articulo 5, Regla 87, dispone que "Toda reclamacionde dinero contra la testamentaria proveniente de un contrato expresoo tacito, ya estuviera vencida o no, o fuese contingente, todas las reclamaciones por los gastos de entierro y de la ultima enfermedad del difunto, y sentencias por cantidad de dinero contra el mismo, deberan presentarse dentro del plazo designado en el aviso; de otro modo el reclamante perdera para siempre todo derecho a la reclamacion, . . ."

Si el Juez erro o no al dictar su orden admitiendo la reclamacion de P10,000 de Azaola, el error puede corregirse en una apelacion, en consonancion, con el articulo 13 de la misma regla. Las ordenes dengrando la mocionpidiendo la suspension de la orden de pago y la mocion de reconsideracion no son mas que simples corolarios de la orden aprobando la reclamacion de P10,000. Si el recurrente hubiera apelado contra esta orden esta orden de aprobacion o si el recurrente hubiera consequido la revocacion de dichaorden, el juez recurrido no hubiese expedido las ordenes impugnadas de nulas. Es poder inherente de los tribunales el hacer cumplir sus ordenes debidamente dictadas por medio del procedimiento de desacato. (Asunto Kelly, 35 Jur. Fil., 984; Villavicencio contra Lukban, 39 Jur. Fil. 795; Asunto de Lozano y Quevedo, 54 Jur. Fil., 860; y Salcedo contra Hernandez, 61 Jur. Fil., 775.)

El recurrente debio de haber comparecido en el dia yhora senalados, presentando su defensa, y en el caso de quehubiera sido condenado erroneamente, tenia un remedio disponible en el curso ordinario de los procedimientos: la apelacion.

Es doctrina bien establecida la de que no procede el remedio de avocacion (certiorari) a menos que se demustre de una manera evidente que el Juez recurrido actuo sinjurisdiccion o se excedio en ella o abuso gravemente en el ejercicio de su discrecion; tampoco procede para corregirerrores de procedimiento o erroes en las conclusions de hecho o de derecho. (Regala contra Juez del Juzgado de Primera Instancia de Bataan, 44 Gaceta Oficial 30, 77 Phil., 684; Ong sit contra Piccio, etc., y otros, 44 Gaceta Oficial, 4915, 78 Phil, 785.)

Se deniego la solicitud con costas contra el recurrente.

Moran, Pres., Paras, Feria, Bengzon, Padilla, Tuason, Montemayor, Reyes, Jugo y Bautista Angelo, MM., estan conformes.


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