Republic of the Philippines
SUPREME COURT
Manila

EN BANC

G.R. No. L-1500             July 30, 1948

PEPSICOLA, INC., recurrente,
vs.
THE NATIONAL LABOR UNION, recurrida.

Sres. Ross, Selph, Carrascoso y Janda en representacion de la recurrente.
Sres. Paguia y Villanueva en representacion de la recurrida.

BRIONES, J.:

La asociacion obrera "National Labor Union" presento el 17 de Febrero, 1947, ante la Corte de Relaciones Industriales un escrito en donde planteaba a favor de los obreros afiliados a dicha asociacion que trabajan en la fabrica de Pepsicola Inc., una serie de pedimentos, entre ellos los siguientes: (a) aumento de 80 por ciento en los salarios; (b) reposicion de 12 obreros que fueron despedidos por la gerencia de la empresa sin cuasa justa, solo porque dichos obreros incurrieron en el desagrado de la gerencia por sus actividades unionistas, con abono de sus haberes desde el dia de la expulsion.

La compañia interpuso contra la peticion las siguientes defensas: (a) que la Corte de Releciones Industriales carecia de jurisdiccion sobre el caso; (b) que los 12 obreros de que se trata fueron despedidos por la gerencia en el ejercicio de un derecho y un poder legitimo — el despedir a obreros por su mal caracter y desordenada conductahan demostrado ser perjudiciales y dañinos a los intereses de la empresa.

En apoyo de su primera defensa la Pepsicola Inc. arguye que cuando el 10 de Enero, 1947, los obreros quejantes amenzaron con declararse en huelga la union obrera de que se trata no contaba con el minimum legal de 31 miembros registrados en el Departamento del Trabajo, requisito legal neccesario para que la Corte de Relaciones Industriales pudiera adquirir jurisdiccion sobre el caso. Se arguye que los 43 miembros de que se compone la union no se registraron en el Departmente del Trabajo sin despues de la referida fecha 10 de Enero, 1947, y que 16 de los mismos nunca habian dado su asentimiento a la huelga propuesta. Se arguye, por ultimo, que en el presente caso no existe ninguna disputa industrial.

En apoyo de su segunda defensa la compañia alega que los 12 obreros despiddos lo fueron, no por sus actividades unionistas sino por su mala conducta perjudicial para los intereses de la fabrica, implantando dentro de ella una especie de regimen de fuerza, coaccion y terror, con grave detrimento de los intereses de la compania y de los obreros mismos.

Extensas audiencias se celebraron ante la Corte de Relaciones Industriales. Ambas partes necesitaron de 10 dias para la deposicion de sus varios testigos, amen de las pruebas documentales presentadas. Terminada la vista la Corte Industrial, por medio de su Juez Asociado el Honorable Arsenio Roldan, dicto una bien razonada sentencia cuya parte dispositiva es como sigue:

. . . la Corte declara que (a) tiene jurisdiccion sobre el presente caso; (b) que los 12 obreros despedidos deben ser devueltos a sus anteriores puestos con abono de su salarios desde el dia en que cesaron hasta que fueren repuestos; (c) y que la compañia pague a sus obreros un sueldo minimo de P4.50. Las otras demandas de aumento en los salarios se deniegan en el entretanto.

Es de notar que el unico aumento concedido por la Corte Industrial es el del jornal minimo — de P4 a P4.50 — aumento a todas luces moderado. El aumento general de 80 por ciento solicitado por la union quejante fue denegado por la Corte de Relaciones Industriales, la cual, razonando la desestimacion, hace en su sentencia las atinadas y constructivas observaciones que siguen:

. . . In passing upon this demand for wage increase, we must not lose sight of the nature of work of the laborers and of the fact that the respondent company had just commenced its operation and that lately the cost of living has gone down and there is still a tendency to go down. Instead of overburdening it with expenses that would hamper its stability, the laborers must help it in the building of its business. In a case like this, labor should extend to the capital a helping hand, not only for the purpose of making a new enterprise a success, but also to show to capital and to the capitalist in this country and abroad that labor demands are reasonable and cooperative. Labor must always bear in mind that this country is in need of capital investments for the benefit of the nation and the laboring class nowadays. This is an era of attraction to new capital as well as of rehabilitation of our old industries.

With these facts and considerations in mind, it is the opinion of the Court that the respondent company is paying, in general, reasonable wages to its laborers at present, especially if the minimum wage given by the company is raised from P4 to P4.50 per day for the laborers in the lower bracket, without prejudice to the presentation of demands for increases in wages in the future when circumstances so warrant. (Decision, C. No. 56-V, May 21, 1947, pp. 12-13.)

La compañia, sin embargo, se ha excepcionado contra la sentencia y ha interpuesto el presente recurso de certiorari, por via de apelacion, a fin de que la revoquemos. Insiste en sostener que el tribunal inferior carecia de jurisdiccion sobre este caso por cuanto que el 10 de Enero 1947, cuando tuvo lugar la amenaza de huelga , no existia el minimum de 31 obreros agraviados que requiere la ley para que la Corte de Relaciones Industriales pudiera adquirir competencia sobre el asunto. La compañia admite, sin embargo, que 4 dias antes del 12 de Febrero, 1947, en que se presento la peticion o queja que dio lugar al presente expediente, la union con los 43 miembros que la componen ya estaba registrada en el Departmento del Trabajo. Este hecho es, a nuestro juicio, bastante para dar por existente la competencia, aun suponiendo que para ello fuese requisito indispensable la unionizacion de un minimo de 31 obreros. Tiene razon el tribunal a quo cuando asevera que la fecha determinante para el conferimiento de la jurisdiction es la fecha de la presentacion del escrito de peticion, demanda o queja ante dicho tribunal.

Tampoco tiene razon la compañia recurrente al sostener que la Corte Industrial no ha adquirido jurisdiccion sobre el caso, toda vez que el amago de huelga existio solamente el 10 de Enero, 1947, mientras que el 17 de Febrero en que se presento la peticion no habia tal amago, y lo que la ley exige (articulo 4, le del Commonwealth No. 559), segun la recurrente, para la investidura de la juridiccion en dicha Corte es que la huelga o amenaza de huelga sea actual, positiva. Admitiendose, como se admite, que el 10 de Enero, por lo menos, habia un estado de tension que podia culminar en una huelga con todas sus funestas consecuencias, es logico pensar que ese estado continuo latente, o volvio a surgir poco antes del 17 de Febrero en que la union obrera afectada formulo su queja ante la Corte Industrial; porque si no fuese asi Ώpor que habian de quejarse todavia los obreros? O sus demandas estaban satisfechas, o estaban resignados a su adversa suerte: fuese lo uno o lo otro, la queja no tendria razon de ser. Cuando decidieron acudir al tribunal industrial el 17 de Febrero, sera porque no habian obtenido reparcion a sus agravios de 10 de Enero. Esto parece ser de sentido comun.

Si se aceptase la teoria de la compañia recurrente declarando que la Corte de Relaciones Industriales carece de jursidiccion sobre el presente caso, ello equivaldria practicamente a castigar a la union obrera recurrida precisamente por acudir a los medios legales en vez de tomarse la justicia por sus propias manos. Pudo haber la union declarado inmediatamente la huelga sin acudir a la Corte Industrial: en tal caso, segun la recurrente, la Corte tendria juridiccion. Como la union no hizo efectiva la huelga, o no hizo gestos de amenaza o baladronada, sino que prefirio ventilar sus deferencias con la empresa ante la Corte Industrial despues de agotaods los recursos conciliatorios: la Corte Industrial carece de jurisdiccion, segun la recurrente. Resulta tan chocante la paradoja que parece que huelga mas comentario. La corte de Relaciones Industriales se ha establecido precisamente para eso: para enjuiciar y resolver pacificamente las disputas industriales, o agricolas de cierta clase, a fin de evitar los males economicos y sociales resultantes de los paros y huelgas. Asi que todo lo que tiende a facilitar el ejercicio de la jurisdiccion y competencia se debe favorecer y hasta fomentar; y en caso de duda o penumbra, la duda y penumbra debe resolverse en favor de la jurisdiccion y competencia, dejando a un lado tecnicismos y triquiñuelas.

Se dice que el gerente general de la compañia no tenia conocimiento de la existencia de la union hasta el dia en que se presento la peticion ante la Corte Industrial, y que hecho ninguna demanda sobre aumento de salarios se habia presentado a dicho gerente. De esto se infiere — arguyen los abogados de la recurrente — que no existia ninguna disputa, sobre la cual pudiera asumir jurisdiccion la Corte Industrial. Sin embargo, en la sentencia apelada se dice que la peticion de aumento se presento al superintendente de la fabrica, un señor llamado Wassmer, y que ninguna accion se tomo acerca de la. Se dice tambien que por falta de soda caustica la fabrica se cerropor algunos dias, y que, al reabrirse, la gerencia ya no admitio la entrada de los 12 obreros de que se ha hecho mencion. La Union pidio su reposicion, pero la gerencia insistio en su negativa. Resulta evidente que estos hechos constituian una disputa, mas que suficiente para conferir a la Corte Industrial jurisdiction sobre el caso. No habiendose demostrado que el tribunal a quo abuso de su discrecion en la apreciacion de estos hechos, forzosamente tenemos que aceptarlos con caracter final y conclusivo, y confirmar sobre la base de tales hechos la decision de que existe en autos una disputa industrial sometida oportuna y propiamente a la jurisdiccion de la Corte de Relaciones Industriales. (Mindanao Bus Co. vs. Mindanao Bus Co. Employees' Association,1 Nos. 27544 y 27611, Diciembre 19, 1940, 40 Off. Gaz. [10th Supp.], 114; Manila Electric Co. vs. National Labor2 Union Inc., No. 47279, Noviembre 25, 1940, 40 Off. Gaz. [9th Supp.], 136; Central Azucarera de Tarlac vs. Court of Industrial Relations3 No. 46843, 40 Off. Gaz. [3rd Supp.], 319.)

En autos se trasluce un detalle harto significativo. Resulta que el 25 de Febrero, 1947, poco antes de la vista, la Corte Industrial convoco a las partes a una conferencia para ver de hacerles llegar a un acuerdo. Efectivamente, se perfecciono un entendimiento sobre las reclamaciones (b) y (c) planteadas en el pediemento de la union obrera, en el sentido de que la compañia seguiria pagando un 50 por ciento mad de sus salarios regulares a los obreros que trabajasen los domingos y fiestas legales, y de que la compañia estaria despuesta a conceder dos semanas de licencia por enfermedad a sus obreros y empoleadas despues de un año de continuo, satisfactorio y leal servicio a la comañia. Habiendo aceptado la compañia la jurisdiccion de la Corte Industrial sobre algunos puntos de la peticion de sus obreros unionizados llegadno inclusive a una inteligencia con estos respecto de tales puntos, parece solamente propio que no se la permita repudiar dicha jurisdiccion con respecto a los otros puntos de la demanda en que no se ha podido negaociar un acuerdo. La jurisdiccion en este caso no se puede dividir, disociar, sino que tiene que aceptarse integramente sobre todos los puntos y agravios de que trata la peticion, queja o demanda, tanto sobre aquellos en que se llegue a una transaccion o convenio, como sobre aquellos en que no. En realidad, donde se hace mas necesarioel ejercicio de la jurisdiccion es sobre los putnos en discordia.

Ahora nos queda por resolver la cuestion de los 12 obreros despedidos por la compañia. Aqui otra vez tenemos que aceptar como concluyentes ciertas apreciaciones de hecho establecidas en su sentencia por la Corte Industrial, a saber: que dichos obreros fueron despedidos no por justa causa, sino por sus actividades unionistas; que el superintendente de la fabrica Mr. Wassmer les dijo queno queria la organizacion de ninguna union obrera en los confines de la compañia, y por este motivo no se les permitio continuar trabajando; y que no es verdad, como declaro el gerente, que ye desde Septiembre de 1946 estos obreros habian estado cometiendo actos de deslealtad a la compañia, pues resulta que en Diciembre de aquel año todavia la gerencia elogio por carta su conducta y su cooperacion y lealtad a la compañia, y no solo esto sinoque todavia les concedio gratificaciones y un aumento en sus salarios con efectividad desde Enero, 1947. De esto infiere el tribunal inferior que la actitud hostil de la gerencia no comenzo sino cuando se entero de que su obreros o varios de ellos estaban organizando una union y que, como consecuencia, estaba fermentando una inquietud para una demanda de aumento de salarios y de otras concesiones. No hemos hallado nada en autos que justifique en este respecto una desviacion de nuestra pare de la regla y sentada sobre las apreciaciones y conclusiones de hecho del Tribunal de Relaciones Industriales. La alegacion de que la gerencia hizo los elogios y dio las gratificaciones bajo la influencia del espiritu alegre y gneeroso de la temporada pascual, resulta futil para merecer seria consideracion.

Se arguye tambien que la compania podia despedir libremente a dichos oberros, puees los mismo fueron admitidos en calidad de temporeros. Es pretension es igualmente insostenible. Los autos demuestran que cuando la compañia comenzo sus operacioens, todos sus obreros fureon practicamente contratados a base temporal, pero es el caso que, segun el testimonio del mismo gerente, cuando se termino la construccion de sus edificios y la instalacion de la fabrica todos sus empleados y obreros fueron practicamente retenidos y asignados a diferentes trabajos en la produccion. "In short, we made it a point to take all the men who worked in the construction and provide work for each and every one of them when the company began production," declaro el gerente. Para ilustrar mejor este punto, estimamos util y conveniente reproducir a continuacion la parte pertinente del interrogatorio del gerente por la Corte Industrial. Hela aqui:

COURT: And according to you, those laborers who worked in the construction of the buildings of the company were hired under temporary basis?

WITNESS: That is right, your Honor.

COURT: And they were hired before September 6, 1946, as workers in the construction of the building?

WITNESS: Yes, your Honor.

COURT: And then they were hired as workers for the production work in September, 1946?

WITNESS: They were continued as workers in the production work.

COURT: And the new work assigned to them was different from the one for which they were originally hired?

WITNESS: Well, it was with respect to the installation of the machineries — there was not much difference.

COURT: Were all the men who worked in the construction and then continued to work when the company began production, assigned to the installation of the machineries of the company?

WITNESS: Not all of them. Some were assigned to different kinds of jobs in the company — some in the installation and operation of the machineries, others as carpenters, others for pulling boxes around the factory. In short, we made it a point to take all of the men who worked in the construction and provide work for each and every one of them when the company began production.

COURT: When these men were hired for the first time in July, 1946, and in subsequent months, on temporary basis, what was the idea of the company as to their future status?

WITNESS: They were considered temporary until I have proven for myself that they really wanted to work in the company and stick with it for the next twenty to twenty-five years. (Pp. 42-43, s.t.n.)

Resulta evidente, de lo transcrito, que cuando la compañia comenzo a operar con la construccion de su edificios, todos los obreros fuereon practicamente contratados a base de temporalidad y que, despues de construidos los edificios y comenzadas la operacines de produccion, todos los obreros fueron practicamente absorbidos, es decir, que se les emplearon y asignaron a diferentes faenas. Esto equivale a empleo permanente y no exime, en consecuencia, a la compañia de la regla de que no puede despedir a los empleados y obreros de tal manera admitidos sin justa causa. El gerente de la compañia tiene de la temporalidad un concepto a todasluces equivocado. El dice que consudera a sus empleados y obreros como temporeros hasta que le prueben que desean trabajar el servicio de la compañia, y estan dispuestos a permanecer en ella , durante los 20 a 25 años que vienen. ("They were considered temporary until I have proven for myself that they really wanted to work in the company and stick with it for the next twenty to twenty-five years" [s.t.n. pp. 42-43]. Si se aceptase esta norma, resultaria que ningun empleado u obrero de la compañia podria sentirse seguro en su trabajo y podria ser declarado cesante en cualquier momento, aun sin justa cuasa, en virtud solo del fundamento harto elastico de la temporalidad. Es evidence que tal norma y concepto no puede aceptarse, pues ello haria ilusorios los derechos del obrero.

En meritos de lo expuesto, se deniega el certiorari interpuesto y se confirma la sentencia apelada, con costas a cargo de la recurrente. Asi se ordena.

Paras, Pres. Interino, Feria, Pablo, Bengzon , Padilla, y Taason, MM., estan conformes.


PERFECTO, J.:

Subject to our opinion to the effect that the findings of fact of the Court of Industrial Relations are reviewable by the Supreme Court, we concur in this decision.


Footnotes

1 71 Phil., 168.

2 70 Phil., 617.

3 69 Phil., 289.


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